martes, 1 de noviembre de 2011

Bunyols de s´avia

Ayer me llamó mi prima Miriam para pedirme la receta de los buñuelos que preparaba nuestra abuela Antonia. La tenía apuntada tal y como ella me la dió, sin concretar cantidades, a ojo, como se solían realizar las recetas antiguamente (unas patatas, la harina que absorba la masa, un poco de azúcar, etc). Nunca la había preparado así que no pude aclararle más de lo que tenía anotado en la libreta.
La diferencia entre esta receta y la que hago normalmente, la que me dió mi madre, es que esta no lleva manteca, y en vez de levadura fresca lleva levadura en polvo, con lo cual no tiene que levar y es más rápido.
El resultado tampoco es el mismo, la receta de mi madre es fabulosa, y aunque estos también estan muy ricos, al poco tiempo endurecen un poco, no quedan tan esponjosos.
Pero también es verdad que los buñuelos de la abuela tienen ese componente de añoranza y recuerdo de la infancia que los hacen muy, muy especiales.

Aunque estos días pasados ya había satisfecho mis ansias "buñueriles" y preparé buñuelos para regalar a los familiares, ahora tenía una tarea pendiente, debía preparar la receta de la abuela y anotarla de nuevo con las cantidades exactas.
Además hoy es Todos los Santos y la tradición manda comer buñuelos, ¿no? Pues eso.


Ingredientes:
  • 250 gramos de patata hervida (pesada ya cocida).
  • 2 huevos medianos.
  • 250 gramos de harina.
  • 2 cucharaditas de postre de levadura royal.
  • 6 cucharadas soperas de agua tibia (la que hemos usado para hervir las patatas).
  • 2 cucharadas soperas (no muy llenas) de azúcar.
  • aceite de girasol (para freír los buñuelos)

Preparación:

Pelamos la patata y la hervimos en agua hasta que esté bandita.
Colamos la patata y reservamos el agua.
Ponemos la patata aún caliente en un bol y le añadimos las dos cucharadas de azúcar. Removemos bien. Añadimos un huevo, mezclar bien, y cuando esté bien integrado a la masa añadimos el otro huevo y seguimos mezclando. Es importante incorporar los huevos uno a uno.
Añadimos 6 cucharadas soperas de agua tibia de la cocción de las patatas. Remover bien.
Finalmente incorporamos la harina que previamente habremos mezclado con la levadura en polvo.
La incorporamos poco a poco mientras vamos mezclando bien. Debe quedar una masa muy blanda, que se pega a las manos.
Calentamos el aceite de girasol que habremos puesto en una cazuela honda, mejor que en una sartén.
Nos mojamos las manos en un poco de agua y vamos cogiendo pedacitos de masa, formamos el agujerito y los freímos en el aceite caliente.
Los podemos servir rebozados en azúcar o con miel o arrope, al gusto.


1 comentario :

tere dijo...

Buena receta, a mi siempre me la han dado a ojo, como eso de la harina que tome, sino estás acostumbrada a hacer algo, nunca sabes la textura que tiene que tener la masa, me gustaría aclararas si la harina es repostería u fuerza. Gracias

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